LeoFDK 014 |
Los perros románticos
En aquel tiempo yo tenía veinte años
y
estaba loco.
Había
perdido un país
pero
había ganado un sueño.
Y si
tenía ese sueño
lo
demás no importaba.
Ni
trabajar ni rezar,
ni
estudiar en la madrugada
junto a
los perros románticos.
Y el
sueño vivía en el vacío de mi espíritu.
Una
habitación de madera,
en
penumbras,
en uno
de los pulmones del trópico.
Y a
veces me volvía dentro de mí
y
visitaba el sueño: estatua eternizada
en
pensamientos líquidos,
un
gusano blanco retorciéndose
en el
amor.
Un amor
desbocado.
Un sueño
dentro de otro sueño.
Y la
pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás
atrás las imágenes del dolor y del laberinto
y
olvidarás.
Pero en
aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
Estoy
aquí, dije, con los perros románticos
y aquí
me voy a quedar
Roberto Bolaño
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