Uyuni! |
Una experiencia de vida con espíritu poético...
De Ushuaia a Alaska en bicicleta
El 22 de junio de 2012 un joven
deportista argentino inició un recorrido en bicicleta de 32 mil kilómetros entre Ushuaia
y la ciudad Proudhoe Bay, en el
Estado de Alaska, para apoyar la tarea de la fundación "Save the children"
(Salvemos a los niños), en una experiencia que cuenta con apoyo de esa entidad
y organismos oficiales y espera concluir en 2014.
Se trata de Guillermo Aimar, de 29 años, quien ya superó algunos desafíos físicos extremos, como correr varias maratones y haber batido el récord mundial de caminata sin descanso, en la Extramile Endurathon, junto a otros seis competidores.
En 2009 alcanzó su pico deportivo, cuando corrió los 42 kilómetros de la Maratón de Buenos Aires y al día siguiente se fue a Trelew en bicicleta, para lo que pedaleó 1.450 kilómetros.
En Ushuaia, en la partida... |
En esta oportunidad, recorrerá las Américas para difundir el trabajo de Save the Children, cuyo objetivo es la defensa y promoción de los derechos del niño.
El viaje será solventado con ahorros propios del atleta y con el apoyo de auspiciantes y donaciones, pero él aclaró que priorizará que nada de eso pueda comprometer, restringir, condicionar o desvirtuar el espíritu y desarrollo del proyecto.
La travesía cuenta con el apoyo de la Cancillería y la Secretaría de Deportes de la Nación, que ya lo ayudaron para facilitar algunos trámites para los ingresos y salidas de los países a recorrer, y también de la Fundación Ecopolis.
La idea del viaje es conocer la mayor cantidad de instituciones infantiles -como escuelas, hospitales, jardines, comedores, etcétera- en cada país que recorra con su bicicleta, y establecer vínculos entre ellos.
"En cada lugar que visite, los chicos van a escribir algo en el libro de mi viaje y lo van a firmar. Así planeo establecer una conexión entre los pueblos. Es algo simbólico para hermanarlos", aseguró el joven.
Relato al llegar a la ciudad de Trelew (Argentina)
¡Hola!
Les escribo para contarles como avanza el Proyecto Ushuaia Alaska. Ha pasado un
mes desde que partí y he hecho algo más de 1700 kilómetros
hasta la ciudad de Trelew donde me encuentro ahora mismo. Fue un mes muy
intenso. Las bajas temperaturas, a veces de -9 grados, me obligaron a pedalear
con mucha concentración y constancia para evitar problemas de salud. Los días
eran muy cortos, y debía llegar siempre a un lugar cerrado para poder pasar la
noche ya que no podía armar la carpa porque el piso se congela.
Siento
que esta parte del viaje tuvo tres etapas. La primera la isla (por Tierra del
Fuego), que se caracterizó por días muy cortos, viento en contra y un camino
congelado o de ripio. Si bien eran poco más de 450 kilómetros me
costaron mucho por esas razones.
La
segunda etapa fue desde la entrada al continente hasta Rio Gallegos. La
sensación era la de estar en tierras menos hostiles y muy al norte. De
Magallanes a Río Gallegos fue tranquilo con viento cruzado o en contra y frio
moderado (cero grados).
La
tercera etapa fue sin dudas la más intensa. Saliendo de Rio Gallegos tuve las
temperaturas que mencioné de -9/-8 grados que llegó a congelar el aliento en el
pañuelo. Las distancias eran siempre largas, de 120 a 140 kilómetros. En
el trayecto todo el mundo me decía que tenía que llegar a Trelew, que allí las
condiciones mejorarían significativamente. Y parece que fue verdad. Las
temperaturas son mejores (promedio 10 grados), el viento sopla del sudoeste (lo
cual significa tenerlo cruzado de espalda) y la ruta es buena. Esos factores me
permitieron hacer ayer nada menos que 200 kilómetros: todavía no lo puedo
creer.
Respecto
a las visitas a los colegios, hasta el momento realicé cuatro. La verdad que
son muy lindas. La metodología es la siguiente:
Primero
me presento y les cuento lo que estoy haciendo. Si hay un mapa a mano, muestro
el recorrido de mi viaje y ahí empiezan todo tipo de comentarios como: ¿no se
cansa? ¿no tiene miedo? ¿Qué dice su mamá? ¿la bici es especial? Etc. Es una
parte muy divertida porque siempre hay alguna ocurrencia nueva.
Paso
siguiente les cuento que visité otras escuelas donde los chicos compartieron
conmigo anécdotas de sus vidas; narro algunas y les digo que están escritas en
un libro de viaje que llevo. Entonces propongo un trato: el que me cuente las
anécdotas más divertidas tendrá derecho no solo a ver ese libro, sino también a
escribir en el. Entonces empieza un momento de reflexión, de búsqueda, donde
hablan de lo que hacen en el colegio, fuera de él, de las vacaciones, de
juegos, de cosas de la vida diaria, etc., que van despuntando las
particularidades de cada lugar. Al final, pasan a firmar el libro los chicos
que fueron elegidos por sus compañeros y se cierra así la visita. Claro está,
que antes de partir, se arma una escolta hasta la puerta del colegio donde nos
tomamos una foto con la bici..
Guillermo
atravesó la Patagonia,
entró a la provincia de Buenos Aires por Carmen de Patagones, pasó a Entre
Ríos, siguió a Córdoba, y de ahí a San Luis, Mendoza y Tucumán, (su ruta en un zigzag
de puntos cardinales que responde a las invitaciones que fue recibiendo). Posteriormente cruzó
por el norte de Chile y en noviembre de 2013 anda por Bolivia, en éstos días está
en Pueblo de Vacas, cerca de Cochabamba y seguirá rodando...
Fuente: http://anochemefuidelfacebook.blogspot.com.ar/
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1 comentario:
sería bonito que los pensamientos de lo niños en relación al tema se exhibieran y/o colocaran en algún lugar del recorrido como monolito ...mural u otra
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