Enésima
Esa tarde calurosa casi de la nada me dijo: Dios no existe!
Y sin dudar arremetió diciendo: Esto, lisa y llanamente se acabó!
Llegué a un punto que me quedé sin esperanzas y sin fuerza para apostar a un amor que vive en un castillo de naipes, coincidirás conmigo que estamos en una letanía donde el fuego de la pasión se fue al exilio hace mucho tiempo. Me voy! Terminó diciendo sin más despedida.
Cerró la puerta y se subió al coche de su marido a vivir su enésima navidad en familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario