jueves, 19 de agosto de 2010

deseo




Encuentro en mi vida millones de cuerpos: de eso millones puedo desear centenares; pero, de esos centenares; no amo sino uno. El otro del que estoy enamorado me designa la especificidad de mi deseo. (…) han sido necesarias muchas casualidades, muchas coincidencias sorprendentes (y tal vez muchas búsquedas), para que encuentre la imagen que, entre mil, conviene a mi deseo.
Hay allí un gran enigma del que jamás sabré la clave: ¿por qué deseo a tal?



Fragmentos de un discurso amoroso  - Roland Barthes -

 
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